Hacer hormigón impreso es un proceso relativamente sencillo, pero, evidentemente, hay que seguir unos pasos, para conseguir un resultado perfecto.
Técnicamente, los pavimentos de hormigón impreso requieren de la intervención de profesionales, pero aquí te mostraremos una pequeña guía para que sepas como hacerlos sin inconvenientes.
Los 11 pasos para hacer hormigón impreso
A continuación, te dejamos los pasos que debes seguir para tener éxito y dejar a todos boquiabiertos cuando les enseñes lo que has conseguido.
No tengas prisa. Lee nuestro contenido con calma, investiga dudas y compra materiales de primera calidad. Es la única forma de garantizar que la instalación sea todo un éxito.
Si no sigues correctamente los pasos, no sólo no te quedará como esperabas, sino que seguramente tengas que contratar a profesionales.
A lo largo del artículo, os mostraremos imágenes tanto de proyectos de particulares u otras empresas, como de un pequeño trozo de pavimento de hormigón impreso que hicimos en nuestras instalaciones. Todo con el fin de que entiendas que hay muchas formas hacer hormigón impreso.
Ahora sí, empezamos nuestra guía sobre cómo hacer hormigón impreso.
1. ¿Qué quieres hacer?
¿Un sendero, un patio o una terraza? Hay un sinfín de alternativas dónde se puede usar el hormigón impreso. Sólo hay que investigar sobre el color del acabado y moldes.
¡Hasta se pueden hacer escaleras con hormigón impreso!
2. Preparación del terreno
Aquí podemos dividirlo en dos fases: limpiar superficialmente la zona y compactar la base del terreno.
Después de haber hecho esto, hay que compactar y nivelar la base. Este paso es fundamental, porque sin una buena compactación y nivelación, el terreno se puede hundir y quedará irregular. Asimismo, si hacemos este paso bien, se evitan futuras filtraciones y drenajes en el pavimento.
No te preocupes si le dedicas muchas horas porque tiene una importancia vital.
«¡PRIMER AVISO!: Si crees que no cuentas con los conocimientos necesarios o maquinaria adecuada para preparar el terreno, no dudes en contratar un profesional.»
En la prueba que hicimos en hormigon eud, al hacerlo dentro de nuestras instalaciones, este paso nos lo saltaríamos.
3. Hacer el encofrado
Sería, por decirlo con menos tecnicismos, el “molde” que da forma al hormigón. Normalmente, se fabrican con madera o metal, aunque hay otros que usan plástico.
Podríamos decir que todos los pasos son importantes, pero este es un poco más que otros, porque su instalación será fundamental para evitar que haya esquinas con un acabado feo o problemas de falta de pendiente.
Aquí te enseñamos la imagen de una prueba que hicimos en hormigon eu. Este fue nuestro «molde».
4. Colocación de la armadura
Tras preparar y encofrar el terreno, hay que poner una armadura sobre la base para conseguir un soporte adicional a la estructura, para evitar que el suelo de hormigón impreso se agriete.
Normalmente son de acero y pueden tener forma de barras o de malla. La puedes obtener en tiendas de venta de materiales de construcción.
En nuestro caso, nosotros no utilizamos armadura.
5. Preparación del hormigón
La mezcla viene compuesta por cemento, agua, grava, arena.
Materiales y herramientas que usaras
¡SEGUNDO AVISO!: Te recomendamos que a la mezcla le incorpores fibras de fibras de polipropileno, para evitar las micro fisuras y mejorar la resistencia al impacto. Sin embargo, no eches mucha porque si no pueden quedar “pelusas” en la superficie. La fibra tiene que estar muy bien batida.
Es fundamental mencionar que las proporciones de cada ingrediente influyen en la manejabilidad de la mezcla, además de en su resistencia y durabilidad final.
Una vez que tenemos las herramientas y los materiales necesarios para comenzar, es el momento de hacer la mezcla.
- Mezcla la arena, grava y cemento.
El primer paso es echarlos en un recipiente para hacer la mezcla y removerlo con la paleta hasta que se tiña de gris. - Añade el agua a la mezcla.
Ahora, añade el agua. Pero, este paso, lo haremos poco a poco. No viertas toda el agua. Mézclalo muy bien (puedes utilizar una mezcladora). A medida que vayas entremezclando, ya verás la consistencia que está adquiriendo el hormigón.
Si ves que te queda muy líquido, puedes echar más componentes «secos» (cemento, grava o arena).
La cantidad de los componentes, aunque puede variar, normalmente es la siguiente:
- 1 parte de cemento.
- 2-3 partes de arena.
- 4-5 partes de grava.
- 0,5 partes de agua.
6. Vertido del hormigón
Ya hemos preparado el terreno y colocado el encofrado y armadura. ¿Qué toca ahora? Llega el momento más delicado (aunque creas que no): el vertido del hormigón.
El modo de verter el hormigón cambia en función de la cantidad de hormigón que necesites.
Por ejemplo, si es para un proyecto casero, puedes utilizar el típico cubo de construcción negro para hacer la mezcla y el vertido, volcándolo.
Sin embargo, si precisas de grandes volúmenes de hormigón, seguramente necesites transportarlo en camión y el vertido se hace desde éste. También puede suceder que si la zona es de difícil acceso tengas que necesitar una bomba.
Aquí te enseñamos imágenes de cómo lo hicimos nosotros.
7. Alisado, nivelado y coloreado de la superficie
A continuación (inmediatamente después, mejor dicho), hay que extender y alisar la superficie con el hormigón fresco con una regla o llana.
Esta regla o llana lo que hace es dejar la superficie más fina.
Si ves algún pequeño perfecto al pasar la aplanadora, no te preocupes, porque lo puedes corregir posteriormente.
Recuerda que el hormigón estampado no se vibra, porque si no el agua que queda abajo, puede subir y el hormigón no se compacta.
«¡TERCER AVISO!: Asimismo, si ves que la aplanadora tiene algún desperfecto, cuidado porque podría quedar “impreso” en el hormigón.»
Si la zona a pavimentar es grande, divídela en porciones, como una pizza, completando el trabajo por zonas.
A la hora de colorear el pavimento de hormigón impreso, estos suelos ofrecen la ventaja que puedes escoger entre muchos estilos y colores. Debe hacerse una vez vertido el hormigón.
El “coloreado” se realiza espolvoreando unos pigmentos especiales de alta calidad del color que hayas elegido hasta cubrir toda la superficie.
Deja pasar un par de horas para que los pigmentos empapen bien en la superficie.
8. Estampado del hormigón
Vale, este sí que sí es el momento más importante, complicado y crítico a la hora de hacer hormigón impreso. Si quieres saber como hacerlo bien, no pierdas detalle de lo que te decimos a continuación, porque podrías echar todo el trabajo a perder.
Primero, debes saber cuando es el momento adecuado. Por ejemplo, el hormigón no puede estar demasiado duro ni demasiado fresco, porque se hundiría el molde y el dibujo impreso no quedaría bien. El hormigón tiene que estar en estado plástico.
¿Por qué el pavimento no está rojo si le hemos echado polvos para colorearlo? Muy sencillo: se trata de un desmoldante que lo que hace es evitar que, al aplicar el molde, nos «traigamos» el hormigón.
Una vez tengas los moldes seleccionados, empieza a estampar por los bordes y avanza hacia el interior, siguiendo siempre la misma dirección que cuando vertiste el hormigón.
Planifica cada paso con detalle. Hazlo con mucho mimo.
Aquí te enseñamos el modelo que usamos nosotros y cómo quedó el pavimento.
9. Curado del hormigón
El curado del hormigón no es más que dejarlo fraguar para que el hormigón adquiera las características que lo hacen tan famoso.
En este proceso, el hormigón se vuelve más impermeable y denso, lo que le hace tener una durabilidad y resistencia envidiada por otros materiales.
Durante el curado, hay que conservar la humedad de la mezcla para evitar la evaporación del agua que sostiene la adecuada proporción agua-cemento.
«¡CUARTO AVISO!: El hormigón impreso no se vibra, porque si no el agua que queda abajo puede subir y el hormigón no se compacta.»
10. Juntas de dilatación
Una vez pasadas (como mínimo) 72 horas, corta las juntas de dilatación ayudándote de una radial con disco de corte especial para hormigón.
Esto ayudará a que, con los movimientos del hormigón por los cambios de temperatura, no aparezcan grietas.
En nuestro caso, al ser un trozo pequeño a modo de experimento, no vimos la necesidad de realizar juntas de dilatación.
11. Aplicación de la resina para hormigón impreso
Todavía no hemos acabado. Si, ha quedado muy bonito, pero ahora hay que darle una capa de protección.
«¡QUINTO AVISO!: Antes, quítale todo el polvo y la suciedad, cepillando y lavando el pavimento con agua a presión.»
Para ello, lo mejor es aplicar una resina que, además de proteger el pavimento, ayuda a que el color del suelo resalte más y repela la suciedad.
Vamos a mostraros una foto del pavimento con el ANTES DE APLICAR LA RESINA y hemos puesto un plástico sobre él para que veas la diferencia.
Hay resinas al agua y resinas al disolvente. Igualmente, te dejamos una guía de compra y aplicación de resinas para hormigón impreso.
Puedes aplicarla con un rodillo o mediante pulverizado. En nuestro caso, utilizamos el pulverizador.
Vertemos la resina dentro del pulverizador. En este caso, utilizamos una resina al agua.
Ahora, la aplicamos con el pulverizador. Aplica una primera capa. Espera 1 minuto y aplica otra capa.
Si han quedado acumulaciones de resinas, puedes esparcirlas utilizando una brocha.
¡Mira la diferencia!
Conclusiones
Hasta aquí es todo. ¿Te sientes preparado para hacerlo por tu cuenta? Cuéntanos que te ha parecido nuestra guía sobre cómo hacer hormigón impreso.
Recuerda que, aunque ciertos pasos parezcan sencillos como el vertido del hormigón o la preparación del terreno, otros si hay que prestar especial cuidado (como el estampado), si queremos obtener buenos resultados.
Igualmente, te dejamos un vídeo explicativo de estos pasos.